domingo, abril 30, 2006

Llámame Lola

No, por favor, no me llaméis Lola. Seguid llamándome Carlos. Pero Llámame Lola es el nombre de uno de esos miles de blogs que pululan por un internet pero que de vez en cuando nos llaman la atención.

Este está dedicado sobre todo al vídeo. Y lo que va haciendo es proponer vídeos que se pueden ver o descargar de internet y que destacan por su originalidad, por su calidad artística o por cualquier otro motivo que los pueda hacer interesantes. Entendámonos, no se trata de los típicos vídeos de chorradas con los que los amigos nos alegran/martirizan via correo electrónico. Busca algo más. Tampoco es que sea nada trascendente, pero para un domingo tonto de puente... ya puede servir para entretenerse un rato.

Los temas son diversos. Lo mismo nos propone un corto de animación propuesto para un óscar, o un curioso anuncio de coches acompañado de su parodia, una serie de fotografías con niños que demuestra que todavía existe imaginación en el mundo, o unos catálogos interactivos sobre vídeos de carácter claramente pornográfico. Ale, que lo paséis bien (en general, no me refería a esto último... exclusivamente).

Celebración del Día de Aragón en la festividad de San Jorge en Zaragoza

jueves, abril 27, 2006

Plan oculto (Inside Man, 2006)

Inside Man (2006)

Hacía tiempo que no veía una película de Spike Lee. En sus tiempos mozos me interesaron algunas de sus películas de ambiente racial "afroamericano". Do the right thing o Jungle fever son películas que en su momento me gustaron mucho. Pero luego empezó a hablar de cosas que no me interesaban y le perdí la pista.

Ahora nos presenta una película de aventuras, versión "atraco a banco con rehenes" y con enfrentamiento personal entre lider de los ladrones (Clive Owen) y negociador de la policía (Denzel Washington). De lo más típico y tópico en lo que es el cine actual. Entre medio, una intrusión de una individua (Jodie Foster) con grandes influencias y "oscuros" intereses y poderes. Bueno. Pues en su conjunto no deja de ser más que una película de aventuras, con una realización técnica impecable pero no necesariamente novedosa, y con un guion que tiene cosas interesantes pero también sus debilidades. Especilamente, esto último en el final de la película que, aunque con presuntas sorpresas, no deja de tener una resolución un poco fría, relativamente previsible por toda la información suministrada durante el filme, y que no acaba de emocionar. La interpretación, más que correcta por la solvencia de los protagonistas, ayuda a que la película se vea bien.

En resumen, una película adecuada para pasar un rato, pero que tampoco creo pase a la historia del cine como una gran obra. Mi impresión subjetiva no va más allá del seis (aunque acepto darles un siete, tanto a la dirección como a la interpretación).

PS: Una vez más nos encontramos con una nueva fechoría del traductor de títulos hispano. ¡¡¡Qué cruz, Dios mío!!!

"Trapecista callejera" en la celebración del Día de San Jorge, Zaragoza

martes, abril 25, 2006

All Quiet on the Western Front (1930)

No es mi costumbre comentar aquí las películas que veo en la televisión; suelo reservar este espacio para mis incursiones a las salas de cine de la gran pantalla. Pero de vez en cuando, toca hacer una excepción. Y hoy es uno de esos días. Volvía yo a las cuatro de la tarde a casa, cansado de la jornada laboral, por lo que me he dispuesto a tumbarme un rato en el sofá con la "caja tonta" enchufada. Un breve zappping por el satélite, y me he encuentro en Cinemanía clásico con Sin novedad en el frente, película de 1930 dirigida por Lewis Milestone, basada en una novela del escritor de origen alemán Erich Maria Remarque. No he necesitado mucho rato para comprender que me encontraba ante un clásico de tomo y lomo, y si por casualidad se me había pasado por la cabeza amodorrarme un rato, no he tardado en despejarme y en seguir con interés (tendiendo a la pasión) el veterano filme.

No me extenderé mucho. Pero hay varios aspectos que puntualizar:

  1. No hace falta ser Spielberg, contar con medios modernísimos y montar una salchichería en pantalla para sentir el horror ante la guerra en una película. Un adecuado encuadre y expresión, una puesta en escena maestra, un hábil movimiento de actores y de figurantes, un uso de la cámara desde posiciones subjetivas, y uno puede sentir perfectamente lo que supone una carga de infantería contra posiciones fortificadas, la salvajada que supone y la estupidez de estos hechos.
  2. No es necesario que el "héroe" pertenezca al bando ganador de la guerra para que la historia tenga sentido, para que las personas sea personas y no estereotipos "satánicos" y de paso nos libremos de maniqueismos baratos, que no sirven más que para adocenar a los espectadores. Nuestros "héroes" son perdedores. Son los "malvados" "boches" de la Primera Guerra Mundial. Pero son los auténticos Héroes, los soldados de a pie que sufren las guerras. La película, no obstante, es norteamericana. ¡Cuánto se ha perdido en la primera potencia mundial a la hora de ser capaces de hacer reflexiones artísticas y cinematográficas, así como de ponerse en el lugar del otro!
  3. Quienes "pasan" de ver un clásico en blanco y negro del año 30 porque es una película "vieja"... son simplemente imbéciles, y no saben lo que se pierden.
Pues eso. Ya sabéis lo que opino.

Frente a la guerra, animación callejera; día de San Jorge en Zaragoza

lunes, abril 24, 2006

Más sobre la cabalgata de San Jorge

Cuando yo era pequeñito me encantaban las cabalgatas. Estaba la cabalgata de Reyes, alguna que otra para el Pilar, y una en lo que se llamaban las fiestas de primavera que llamábamos el "Coso Blanco". Esta última sólia consistir en una serie de carrozas que representaban a los distintos países de Hispanoamérica. Como comentaba ayer, hoy en día ya no se llaman cabalgatas. Ahora es "animación callejera" u otras cosas por el estilo.

En la que se nos ofreció ayer en Zaragoza, llamada "Sanjorges y dragones", se nos insistió durante días que se iba a dar una visión alternativa del mito de San Jorge, en la que se iba a hacer hincapié en la integración con la naturaleza, y otras lindezas similares.

Con estos antecedentes, no dudé. Me dije: "Majo, cógete la cámara, la réflex pero en plan ligero por si llueve y hay que salir corriendo, y a documentar el hecho". Y allí fui.

Bueno. La verdad es que salvo por lo entretenido que estaba tirando fotos a todo monigote "viviente", me pareció un espectáculo bastante soso. Sin ritmo. Con muchos parones entre animación y animación, o entre carroza y carroza que diríamos antaño. Se mezclaban marionetas gigantes, con "zancudos", con los cabezudos de toda la vida, unos tipos haciendo demostración de doma caballar, tragafuegos... bueno,... de todo y de los más heterogéneo. Al final salió, hasta "Fluvi". Sí, sí, la mascotita de la Expo 2008, sea lo que sea.

No entraré en detalles, pero no me pareció que hubiera una historia, un visión de algo, una alternativa a historias tradicionales. Me pareció una suma de elementos que no significaba nada de particular, salvo por las parrafadas que iban saliendo por la megafonía, para explicar lo que para mí no tenía más explicación que lo que he comentado. Una heterogénea sucesión de "atracciones" o "animaciones" callejeras.

Pero he aquí que me puse a escuchar a quienes me rodeaban. Casi todos los adultos eran papás y mamás de la multitud de niños y niñas que miraban el espectáculo. Y en general, parecía que les gustaba. Me dio la impresión que los niños eran más críticos espectadores. No había que percibir más que el mal que daban con los tremendos parones que tenía la cuestión. Cuando mejor se lo pasaron fue al final cuando salió "Fluvi", que parece que ha calado entre la chiquillería.

El caso es que en general, la gente se lo pasó bien. Y ¡ay, pobre de mí, sempiterno escéptico insatisfecho! no sé si alegrarme de que la gente disfrute en un día de fiesta, o lamentar la nula capacidad crítica que va quedando en el personal. En fin. Que cada cual se quede con lo quiera.

domingo, abril 23, 2006

San Jorge y dragones con 8 cilindros en V

Hoy 23 de abril, día de San Jorge, es la fiesta popular/regional/autonómico/nacional de Aragón (táchese lo que no proceda según la sensibilidad política de cada cual; que tampoco vamos a ponernos a discutir por un día que es fiesta). En realidad, como es domingo, cuando realmente notaremos que es fiesta es mañana, que también es fiesta por estos pagos, para compensar. El santo en cuestión, figura más legendaria que histórica, es objeto de devoción entre el Moncayo y el Segre desde que, según cuenta la leyenda, en 1096 apareciose a los cruzados cristianos que guerreaban contra los musulmanes en Huesca en los llanos del Alcoraz, dando como lugar la caída de la capital oscense en aquellos momentos en poder de los agarenos. Se dice que en la aparición, se transportó desde Tierra Santa con un caballero cruzado alemán, que se lío junto al santo a dar mandobles por los alrededores de lo que hoy es un campo de fútbol de 2ª B. Pues bueno... si los aguerridos montañeses creyeron ver al santo capadocio, es más que probable que se hubiesen animado para la escabechina con unas cuantas botellas del más rico Somontano (y perdóneseme la anacronía).

Mientras los maños se han lanzado esta mañana al paseo para ver una cabalgata (ahora anunciadas a bombo y platillo como espectáculos de animación en la calle, aunque yo no tengo clara la diferencia), Fernando Alonso se concentraba para intentar ganar una nueva carrera en el mundial de Fórmula 1. Pero el aguerrido caballero alemán Schumacher, con su escudo con el cavallino rampante sobre fondo de oro, ha impedido que los feroces dragones francobretones con 8 cilindros en V se hicieran con la doncella, convertida en esta ocasión en el trofeo del Gran Premio de Imola. En fin. Otra vez será.

Animación callejera en la celebración del Día de Aragón, Zaragoza

sábado, abril 22, 2006

Las 50 mejores adaptaciones al cine

Hace unas semanas, escribía en estas líneas sobre la iniciativa Cervantes Virtual para recopilar las adaptaciones al cine de obras literarias en español. Hoy seguimos en una onda parecida, ya que me entero a través de Blog de cine de una iniciativa del periódico británico The Guardian para someter a votación un listado de las que ellos consideran las 50 mejores adaptaciones al cine, con el fin de que sus lectores las ordenen, y decidan en qué orden deben aparecer, coronando de paso la mejor adaptación de un obra literaria al cine.

Pues oiga, me parecen muy bien estas iniciativas. Pero frente a la iniciativa antes comentada de Cervantes Virtual, que era integradora y exhaustiva, esta me parece reduccionista y sesgada. Por supuesto, se trata de obras en inglés únicamente, lo cual cuando se trata de decir cuál es la mejor ya me hace mirarla con escepticismo. No porque la mejor no pueda ser de una obra inglesa, sino porque en otras cinematografías hay excelentes adaptaciones. En segundo lugar, partir de esa lista de 50, me parece peligroso, ya que como se nos sugiere en el artículo de Blog de cine, hay filmes en esa lista que no parecen tan buenos y se echan en falta otros, que quizá tengan el "inconveniente" de no ser tan comerciales o permanecer lejanos en el tiempo.

Pero bueno, ahí está la lista. Ya veremos quien "gana". Y por otra parte puede servir para recordar algunos largometrajes que realmente nos hicieron disfrutar de lo lindo. ¡Jo, cuanto más la miro más ausencias noto y más presencias me sorprenden!

Una cosa más, si me preguntan por mi favorita... To kill a mockingbird.

Algunas flores silvestres en los alrededores de Villahermosa del Campo, Teruel

jueves, abril 20, 2006

La placentofagia y un tipo que se dice actor

A través de Genciencia encuentro un artículo sobre una el hábito de devorar la placenta por parte de las madres mamíferas tras el parto de sus cachorros. Aunque los serios (que no aburridos) amigos del mencionado blog de divulgación científica no lo nombren, supongo que el artículo viene a propósito de las informaciones de que cierto "actor" de Hollywood, un tal Thomas Cruise Mapother IV, había anunciado que pensaba comerse la placenta de su recién nacida porque era muy nutritiva. Luego aclaró que era una broma. Curioso el sentido del humor del cienciólogo más famoso del mundo mundial.

En cualquier caso, dejando de lado el mal gusto de la tonta estrella jolibudiense, es un buen momento para recomendar el mencionado blog.

Por cierto, que entre los comentarios que en el artículo que he vinculo en el título de esta entrada hace el autor no menciona el que yo pensaba que era el motivo por el que algunas especies de mamíferos tienen esta costumbre. Siempre había creído, por diversas lecturas, que el hábito de comerse la placenta y el resto de los anejos fetales tras el parto responde a un mecanismo de defensa del neonato ante los depredadores. Lo primero que hace la madre de muchos herbívoros tras el parto es lamer a profundidad al cachorro y luego comerse los anejos fetales para evitar que el olor atraiga a los depredadores, ya que el neonato es especialmente vulnerable en las primeras horas de vida. Y sinceramente, siempre me ha parecido una explicación muy racional dado como funciona el mundo de los seres vivos.

Otra cosa. Los tontos de la prensa han comentado en algún artículo que el actorcillo de marras iba a comerse un pedazo de su señora. Pues no, oigan. Que la placenta es un anejo fetal. Si acaso se comerá un pedacito de su hija. ¡Ah, Cronos/Saturno redivivo! ¡Estos dioses del Olimpo jolibudiense, qué cosas tienen!

Entre Badules (Zaragoza) y Villahermosa del Campo (Teruel)

miércoles, abril 19, 2006

"House, M.D." (2004) y las teleseries de médicos

Qué se le va a hacer. Es así. Hoy os hablaré de una serie de televisión. La ya famosa House, que emiten todos los martes en el nuevo canal, Cuatro. No es que a mi me mate la televisión. En líneas generales veo poca, fundamentalmente películas en los canales monográficos que emiten vía satélite. Pero siempre me ha gustado tener la opción de que haya alguna tele-serie, más o menos intrascendente, que me permita entretenerme un ratico sin complicaciones antes de irme a dormir o de hacer cualquier otra cosa. Cuestión cada vez más rara. Las de producción nacional hacen episodios que son verdaderos largometrajes, que una vez te has acostumbrado a determinadas producciones norteamericanas, resultan bastante cutres. En cuanto a las norteamericanas,... pues siempre se salva alguna... aunque tampoco me suelen enganchar.

Dentro de las teleseries, está el género de las de "médicos". Yo, de pequeñito, guardo recuerdos de cosas como el doctor Gannon (Chad Everett) de Centro médico, o del doctor Marcus Welby (Robert Young) en la serie del mismo nombre. El primero era la versión "superchachigranhospital del copón" del asunto, mientras que el segundo era el médico de cabecera de toda la vida, majete y buen amigo de las familias. Me encantaban. Debió coincidir también que por aquel entonces tome la decisión de estudiar medicina, aunque fuera por otros motivos. Y hasta ahora. La verdad es que una vez que me metí en los estudios y en la profesión, se me fueron las ganas de ver este tipo de telefilmes. La famosa Urgencias apenas me llamó nunca la atención, aunque algún capítulo que otro vi. ¿Y qué decir de esa aberración de producción local que es Hospital Central, mal remedo de la anterior? Cada vez que oigo decir que se basa en situaciones reales no sé si echarme a reír o a llorar. Reconozco que sólo la he mirado un par de veces y sin ver ningún capítulo entero. No tengo estómago para más.

Un médico de la "tele" que sí que me gustó fue el doctor Fleischman (Rob Morrow) de Doctor en Alaska,... aunque dada la intempestiva hora a la que la solía programar TVE, dudo que el motivo para verla fuese el simpático médico en el exilio... creo que la "culpa" la tenía esa inmensidad del género femenino que era la piloto Maggie O'Connell (Janine Turner). ¡Qué mujer! Bueno... la serie no estaba mal.

Llegamos por fin a la que nos ocupa. He de reconocer que si en la vida real hubiese conocido un médico en un hospital tan antipático, con tan mal trato con los pacientes, tan pagado de sí mismo, tan insolidario habitualmente con sus compañeros de todas las profesiones, tan... Bueno... en realidad si he conocido a algún individuo o individua con esas "cualidades". Y creo que deberían encerrarlos en algún sitio donde no hiciesen (más) daño a la sociedad. Y qué decir de los casos que diagnostican y tratan. El día que vi aquel episodio en el que una "pava" pilla una encefalitis de origen desconocido, que está a punto de cascar, y al final resulta que es una tripanosomiasis (enfermedad del sueño) que le ha pegado por vía sexual el mejor amigo de su marido, que estuvo en África de cooperante... Claro, el marido al final la deja... Impresionante... y no es necesriamente el más rocambolesco...

Y sin embargo, me he enganchado. Porque es una prueba clara de que en el cine, sea el de la gran pantalla o el teóricamente más modesto de la caja tonta, lo que importa es cuidar la producción y sobretodo contar bien una historia. Y fijaos lo que os digo. No me refiero a contar una buena historia, sino a contar bien la historia que sea. Pensad en Hitchcock. La mayor parte de sus películas corresponden a historias que no tienen pies ni revés. Pero son apasionantes.

Unos buenos diálogos, unos buenos personajes, una buena interacción entre ellos, un ritmo adecuado, vamos, un buen guion llevado con oficio a la pantalla, nos enganchará siempre a quienes amamos el cine y sus derivados. Y esto es lo que me pasa con el antipático Gregg House, excelentemente interpretado por el británico Hugh Laurie. Que por increibles o rocambolescas que sean sus historias, consiguen que me interesen. Y además,... o sorpresa,... de vez en cuando reflexionan sobre alguna cuestión interesante... Y bueno... qué es el héroe... que en todos los capítulos se le ve que tiene... su corazoncito. Y si nada de esto os convencé... pues está la doctora Allison Cameron (Jennifer Morrison), que aunque sale siempre con cara de estreñida, está como un queso. He dicho.

Un TRD en doble, avanza (relativamente) raudo entre Badules (Zaragoza) y Villahermosa del Campo (Teruel)

martes, abril 18, 2006

Azul oscuro, casi negro (2006)

Azul oscuro, casi negro (2006)

Hacía tiempo, más de tres meses, que no iba a ver una película española... excepción hecha de Almodovar, claro, que siempre va aparte de lo que normalmente llamamos cine español. Por lo menos, desde mi punto de vista. Y es que últimamente, el cine español me pone poco. En general, cada vez resulta más difícil encontrar películas que nos maravillen, sea cual sea su nacionalidad. Pero bueno, me acerqué a ver este filme con la ilusión de que no son pocos los que han afirmado que estamos ante una gran película.

En primer lugar, decir que la historia se enmarca entre las numerosas de cine social que han caracterizado algunos de los mejores productos del cine español de los últimos años. Personajes de barrio, normalmente madrileños, que bordean la exclusión social, aunque no necesariamente estén en ella. Atormentados por sus fracasos y por las escasas oportunidades que la sociedad actual les brinda para triunfar. Poco a poco estas historias pueden ir agotando al espectador, como sucedió hace unos años cuando todos acabamos agotados de las películas de la postguerra española. Salvo que tengan alicientes añadidos. Y los alicientes han de venir de mano de los personajes. Personajes con los que sin llegar a identificarnos, al menos hemos de sentir a llegar cierta simpatía/empatía. Y esta es la gran virtud de esta película... al mismo tiempo que puede ser su gran defecto. Ya iremos afinando más adelante.

El director es novel como largometrajista. Daniel Sánchez Arévalo se ha fogueado abundantemente en el cortometraje, antes de estrenar este filme. Se le nota una buena base para el oficio, no metiéndose en complicaciones, pero tratando con gran dignidad a la historia y a los personajes. Sin riesgos, sí que es capaz de enfrentarnos cara a cara con los mismos, y salir airoso del trance.

En cuanto a los actores, existiendo un protagonista claro, Quim Gutiérrez, está rodeado de una serie de actrices y actores que deben dar vida a una serie de personajes imprescindibles. La más destacable es Marta Etura, una actriz joven de lo más interesante, que siempre aporta gran seriedad y madurez a sus interpretaciones, incluso en filmes que particularmente no me han llamado la atención. Sin embargo, su excelente interpretación se ve perjudicada por un tratamiento en su personaje que no acabo de entender. En un cine maduro, adulto, no necesitamos que una presidiaria sea "inocente" para que nos caiga bien, o para que la comprendamos. El guionista se ha visto en la necesidad, desde mi punto de vista innecesaria, de que este personaje sea "una buena chica" para que pueda llevar a alguna parte su relación con el protagonista. Creo que no es necesario que "Paula" sea una "víctima" para que tenga sentido su historia. Es un personaje demasiado explicado; y un poco más de "misterio" no le habría venido mal. Muy bien también Antonio de la Torre y Héctor Colomé en los personajes, estos sí necesarios para comprender al protagonista, del hermano y el padre del mismo. El personaje de "Antonio" es un ejemplo de lo que decía antes sobre el personaje de "Paula". Sabemos que está en la cárcel. Pero no sabemos por qué, y en ningún momento entra en posesión de él ningún maniqueismo redentor. No importa para que cumpla su función. El quinto personaje para mí fundamental es el de la vecina, interpretado por Eva Pallarés. que al tratarse de alguien más convencional ofrece menos margen al lucimiento, aunque el trabajo de la actriz es sólido y convincente. No vi tan necesarios, los personajes del amigo del protagonista y sus padres, cuya historia no me llega a interesar ni la veo necesaria para lo que realmente importa en esta película.

En resumen, es un buen ejemplo de buen cine español, del que se hace con bajo presupuesto y basado en buenas actrices y buenos actores. No me llegó a entusiasmar tanto como a otros, pero sí que pasé un buen rato y la recomiendo, especialmente para quienes no se sientan limitados por el empacho generalizado de cine de acción plana americano. Le pondré un siete (con su siete también en dirección, y sobretodo un ocho en interpretación).

PS: En este artículo he incluido el enlace propuesto por Blogcinema para promocionar la película mediante un boca-oreja en internet, y que me llega via Blogdecine. Sigue cualquiera de los dos enlaces anteriores para conocer más.

Uno de los tradicionales peirones que encontramos en algunas comarcas aragonesas, en las afueras de Villarreal de Huerva, Zaragoza

sábado, abril 15, 2006

Un poquito de "arqueología" ferroviaria

Con la "modernización" de los ferrocarriles en España, la rentabilidad económica ha primado de forma extraordinaria sobre el servicio social que este medio de transporte realiza a la sociedad. Así, hoy en día, sólo las líneas de alta velocidad y las líneas de cercanías son atractivas y cuidadas en nuestro país. Las viejas líneas regionales decaen poco a poco y sus estructuras son abandonadas.


Curiosamente, en una de estas líneas, la que comunica Valencia y Teruel con Zaragoza en lo que fue el antiguo Ferrocarril Central de Aragón, encontramos algunas de estas viejas estructuras ferroviarias todavía en buen estado. Como las que encontramos en la estación de Villareal de Huerva.


Así, encontramos mesas para el accionamiento de los desviós, las tradicionales lamparitas que señalizaban la posición de los mismos, antiguos depósitos y muellas de mercancías, que hoy en día no volverán a ser usados.


Porque hoy nos anuncian que la línea no va a desaparecer. Que se va a modernizar. Que trenes más veloces y eficientes van a recorrer la línea, que va a ser renovada.


Así que poco tiempo les queda a las viejas traviesas de madera que soportan el camino de hierro por el que en el pasado tantos trenes han pasado, lenta y cansinamente, recorriendo unas tierras duras y casi abandonadas, pero en cualquier caso bellas y dignas de reconocimiento. Esperemos que estas viejas estructuras, hoy arqueología industrial y ferroviaria, no desaparezcan. Que sean conservadas, dando sabor a un recorrido, y que permitan que no echemos, una vez más, la memoria colectiva del país a la basura o a los escombros.

viernes, abril 14, 2006

Tardes fotográficas

Aprovechando el buen tiempo y los días de fiesta, estoy saliendo ha tomar fotografías a la caída de la tarde. Estos días estoy subiendo imágenes tomadas entre Bolea y Loarre en la provincia de Huesca. En los próximos días empezaré a subir otras tomadas entre Mainar y Cucalón, en el Valle del Huerva entre las provincias de Zaragoza y Teruel.

Castillo de Loarre, Huesca

miércoles, abril 12, 2006

Original y copia - Rashômon (1950) vs The Outrage (1964)

Algo que antes me gustaba mucho era comparar las primeras versiones de determinados clásicos (o no clásico) del cine, con versiones posteriores. Casi nunca las versiones llegaban a la altura del original, pero no siempre eran por ello malas. Hoy en día es algo que ya no me atrae. La carencia casi absoluta de ideas en el mundo del cine norteamericano hace que las segundas versiones aparezcan como los churros y, de paso su calidad sea... pues eso, un churro. Pero hoy comentaré un caso.

Hace muchos, muchos, muchos, muchos, muchos años... cuando todavía era un adolescente, allá por la transición vi en la televisión un western muy peculiar. Se trataba de un juicio por asesinato, en el que se acusaba a un mejicano de violar a una mujer y asesinar al marido. En el juicio se daban las versiones de los hechos desde el punto de vista de los tres implicados y de un testigo que pasaba por allá. Sí, también la versión del marido, a través de un chamán que se ponía en contacto con su espíritu. Las cuatro eran totalmente distintas. En cada una de ellas, quien lo cuenta queda dignificado, y los otros, a la altura del barro. No me quedé con el título de la película, pero sí que me pareció original dado el tono de las "pelis del oeste" que hasta el momento había podido ver.

Hace no tantos años, ya con un poco más de conocimiento sobre esto del cine, me agencié un clásico del cine japonés, Rashômon de Akira Kurosawa. Me dispuse a verla y... ¡oh, sorpresa! Ahí estaba la historia de aquel no olvidado western de mi adolescencia. La misma historia, el mismo desarrollo, los mismos personajes. Lo único que cambia, el entorno. Ya no estamos en el Oeste americano, sino en el Japón de los Samurais. Inmediatamente, me puse a buscar cuál era la película que vi hace tantos años, y gracias al IMDb.com la encontré. Se trataba de The Outrage, dirigida por Martin Ritt, e interpretada por Paul Newman ¡¡¡haciendo de mejicano moreno y renegrido!!!, Claire Bloom (guapa moza, sí señor), Lawrence Harvey y Edward G. Robinson. Intenté localizarla para volver a verla, siendo totalmente infructuosos mis esfuerzos hasta que hoy, llegó a casa de trabajar, pongo la tele por satélite, y en TCM me encuentro con... ¡¡¡chachán!!! una del oeste en blanco y negro que se titula en español Cuatro confesiones. La pillé. A verla, a disfrutarla y a compararla.

Bueno. No insistiré mucho en la comparación. A pesar del reparto de campanillas, ya se daba hace 40 años la misma situación que ahora. Las segundas versiones norteamericanas no les llegaban a los originales de otros países ni a las suelas de los zapatos. Pero, vale. Me lo he pasado bien. Me he divertido a pesar de todo. Y esta noche dormiré un poco más tranquilo. He recuperado mi memoria cinematográfica, y más o menos tengo claro porqué me llamó la atención este por otra parte mediocre filme... pero esto me lo guardo para mí.

Rama de cerezo en flor, Bolea (Huesca)

martes, abril 11, 2006

V de Vendetta (2005)

V for Vendetta (2005)

En esta ocasión empezaré por el final, por asignar mi puntuación personal a este filme de anticipación política, basado en el cómic de Alan Moore (guion) y David Lloyd (dibujante). Y es que en todo momento me he quedado con las ganas de asignar algo más que un siete a cada uno de los tres apartados en los que divido mi crítica, dirección, interpretación y valoración subjetiva.

Vayamos por partes. La realización de James McTeigue en su primer largometraje como director principal, ya que ya había actuado como ayudante o director de segunda unidad en otros filmes, es correcta. A veces con gran impacto visual. Pero no acabas de definir un estilo personal global, y no siempre sabe enlazar con suficiente fluidez las diferentes etapas por las que pasa la historia. Historia que en la mejor tradición del cine de acción, comienza con un aperitivo fuerte, para luego ir transcurriendo por etapas más reflexivas y profundas para acabar en otro plato fuerte final. La transición entre las distintas etapas y entre las distintas líneas argumentales que en paralelo acompañan a la historia principal no siempre está bien conseguida. Está bien. De verdad. Pero...

En lo que se refiere a la interpretación, de entrada decir que el doblaje nos hurta la posibilidad de disfrutar de la voz de Hugo Weaving, actor sólido que desgraciadamente es famoso por la cara de mala leche y por salir multiplicado por n cuando n tiende a infinito en la para mí infumable Matrix y derivados. Yo lo prefiero de travestido en Las aventuras de Priscilla, reina del desierto. La chica, Natalie Portman, pone por su parte todo lo que puede para dar cuerpo a un personaje que no acaba de estar bien tratado en el guion, ya que tiene también sus lagunas en lo que se refiere a su trayectoria por la película. Pero de esto no tiene culpa la Portman, que hace todo lo que puede para alejarse de la "princesa amígdala", aunque no llega al nivel que adquirió en Closer o en el pequeño papel que le ofrecieron en Cold Mountain, en el que demostraba que tiene saber suficiente para dotar de sufrimiento y agonía a sus personajes. Donde no hay peros que poner es a una serie de secundarios que pone mucho saber y oficio, todos ellos británicos como pueden ser el siempre efectista John Hurt, que tanto nos agobia desde su "parto" en Alien o desde su calígula en la teleserie Yo, Claudio, o el simpático y ambiguo Stephen Fry, al que siempre recordaremos como el entrañable Peter rodeado de todos sus amigos, Tim Pigott-Smith y, sobre todo, Stephen Rea, en su papel de jefe de policia, personaje que desde mi punto de vista no está lo suficientemente aprovechado. Por lo tanto, el reparto, la interpretación está bien. De verdad. Pero...

Y luego está lo que la película transmite. En medio de esta corrección general, la impresión que uno saca es que la historia saca unos temas, que son importantes, que nos debería preocupar, que implican como concebimos las reglas del juego político y social del mundo occidental del siglo XXI, pero que quedan esbozados de forma muy superficial. Especialmente en lo que se refiere a dos cuestiones importantes. Por un lado, el abuso de las posiciones gobernantes en la restricción de las libertades públicas en nombre de la seguridad; por otro, el uso de la violencia para la consecución de unos objetivos que de otro modo pueden ser considerados justos, y cuándo esta violencia se considera legítima y cuándo se considera un acto terrorista. El final de la película, aunque espectacular y efectista, no aclara ni propone una respuesta a estas situaciones, ya que deriva en unas situaciones excesivamente simples y poco creíbles. Lo que yo decía, el planteamiento de la película está bien. De verdad. Pero...

Pequeña flor silvestre en las cercanías de Bolea, Huesca

lunes, abril 10, 2006

La odisea de cambiar una bombilla en un coche

Todas las mañanas, para ir a trabajar, cojo el coche y realizo un recorrido de una hora de duración. Buena parte del año, este recorrido lo hago de noche o con luz escasa, por lo que suelo circular con los faros encendidos. Hoy al dar las luces del coche en el garage, he comprobado con horror que tenía fundida la luz de cruce derecha. Es la primera vez que me sucede en este vehículo, un Toyota Avensis que, por lo demás, va estupendamente.

Al igual que hubiese hecho con mi coche anterior, he cogido la linterna y el manual del vehículo, con la convicción de que en cuestión de 10 minutos, un cuarto de hora todo lo más, el problema estaría resuelto por mis propios medios. Más cuando el cambio de las lámparas viene en el capítulo "Mantenimiento que puede realizar el propio usuario", o algo parecido.

Pero... o sorpresa. Los dispositivos que estaban representados en el manual, se encuentran parapetados tras una sucesión de componentes del motor y anejos cuyo nombre y función desconozco, y que sólo permitirían pasar con holgura para accionarlos a la manita de Heidi. Después de un buen rato de manipulación desesperada, aunque cuidadosa, he valorado que no merecía la pena seguir con el tema... al fin y al cabo... se habría hecho de día.

Me disponía a pasar por un taller, donde estarían encantados supongo de cambiarme la bombillita a cambio de una adecuada remuneración. Dos amables compañeros de trabajo se han brindado a ayudarme, y tras arduas maniobras se ha conseguido el objetivo.

Pero la consecución exitosa del objetivo no me impide llevar encima un enojo de no te menees. El cambio de una lámpara se supone que debe ser algo fácil de realizar por el propio usuario ya que le permite seguir circulando con las debidas condiciones de seguridad. Vehículos que presumen en un momento dado de altos nivel de seguridad activa y pasiva, con no se cuantitas estrellas en las pruebas EuroNCAP, quedan a la altura del barro por un tema como este. Y lo que es peor. Comentarios con otras personas a lo largo de la mañana, hablan de una tendencia en este aspecto que se extiende a todas las marcas. Vergonzoso. Auténticamente vergonzoso. Y supongo que será para hacer caja... más todavía... En esto también me fijaré cuando vuelva a comprarme un coche. Aunque todavía pasarán muchos años.

Vista de Bolea, Huesca

domingo, abril 09, 2006

Ya no hay cerezos en flor... llegué tarde

Como uno vive lejos del afamado Valle del Jerte, no puede acceder con facilidad al espectáculo anual de los cerezos en flor. No obstante, este año pensé en aprovechar las oportunidades locales para fotografiar estos frutales en primavera y en todo su esplendor. Y el destino no podía ser otro que la localidad de Bolea en la provincia de Huesca.

Pero llegué tarde. El momento ya había pasado y sólo en algunas ramas de árboles situados en lo más sombrío quedaban algunas flores mustias. Algunas fotos tomé, y luego me acerqué a contemplar el Castillo de Loarre al atardecer. Os iré mostrando alguna foto.

Flores de cerezo, Bolea (Huesca)

sábado, abril 08, 2006

Cuando las aletas se volvieron patas

Siempre me ha llamado la atención cómo de vez en cuando noticias de índole científico saltan a los medios generales y nos bombardean insisténtemente todos los días.

Son frecuentes las innovaciones más o menos sensacionalistas que aparecen periódicamente en el terreno de la biología y que teóricamente van a revolucionar el campo de los cuidados de la salud, acabando de una vez por todas con todo tipo de temibles enfermedades. Descubrimientos en genética, bioquímica, bioingeniería... que si ahora clonamos esto, que si ahora bombardemos con nanopartículas aquellos, que si ahora sintetizamos lo de más allá. Muchos de estudios corresponden a investigación primaria y sus aplicaciones prácticas, si son viables, tardarán años en producir algún beneficio. Mientras tanto, se generan vanas esperanzas entre los enfermos que ahora tienen el problema, desviando su atención de otros medios de contener su problema o mejorar su situación. Pero se trata de la salud, y es normal que nos llame la atención.

También son frecuentes noticias científicas que implican alardes tecnológicos. Así, los programas de investigación en el espacio, considerado como la última frontera por atravesar y conquistar, nos atraen necesariamente la atención. La conquista de los planetas, la colonización espacial, la expansión universal del ser humano, todos ellos son temas que han convivido con nosotros en el imaginario colectivo, mantenidas por la literatura o el cine de ciencia ficción. Da igual que la magnitud de las dimensiones físicas de la cuestión sea tan monstruosa que, en realidad, cualquier análisis racional muestra hasta que punto estamos no ya en pañales, sino casi por nacer a este ámbito de la exploración humana.

Pero de vez en cuando aparecen noticias que particularmente me sorprenden por el impacto mediático que consiguen. Que el descubrimiento y la descripción de un fósil de la estirpe humana reciente interesen es normal. Se refiere a nosotros mismos. Que durante tres días, y a propósito de un artículo publicado en la prestigiosa revista científica británica Nature, sea un fósil de un ser a medio camino entre un pez y una salamandra gigante,... esto ya me resulta más sorprendente. En estos días, Tiktaalik roseae, un sarcopterigio, una forma de transición entre los peces y los primeros tetrápodos, encontrado en una remota isla del gran norte canadiense, se ha convertido en la vedete de la ciencia. Ha sido proclamado como un pariente humano encontrado de repente, y que vivió hace "sólo" 370 millones de años, hallá por el devónico... Cualquiera que conozca la naturaleza cladística de la evolución biológica será consciente hasta que punto es arriesgado afirmar que este bichillo es nuestro antepasado. La mayor parte de las especies desembocan en ramas evolutivas que acaban en... nada, en la extinción. Por otra parte, a estas alturas han sido numerosos los descubrimientos fósiles sobre la transición entre la vida marina y la vida terréstre de los vertebrados.

Entendámos, no estoy poniendo en cuestión la importancia científica del descubrimiento, que con toda seguridad la tiene. Lo que me llama la atención es el hecho de que súbitamente se convierta en un bombazo mediático y que la naturaleza de los comentarios sobre el mismo puedan ser realmente engañosos. Aun en un tema aparentemente inocuo como el que nos ocupa.

En fin. Misterios del periodismo científico. A mí, más allá del chismorreo, el tema me ha mantenido muy entretenido porque el tema de la evolución me interesa. Pero bueno... también me interesan otras cosas... ¿por qué no el arte?

Museo del Louvre, París (Francia)

miércoles, abril 05, 2006

Adaptaciones de la literatura española en el cine español. Referencias y bibliografía.

Me entero a través de ElPais.es de una interesante iniciativa de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Se trata de la página sobre Adaptaciones de la literatura española en el cine español. Referencias y bibliografía. No lo puedo negar. Me parece estupendo. La literatura ha sido, es y será una fuente inagotable de historias e inspiración para el cine. Tanto la novela como el teatro han dado lugar a obras maestras de la cinematografía mundial.

El nuevo recurso está centrado en el idioma español. Nunca está de más tener referencias de consulta sobre aquellos temas que a uno más le gustan. Y sobre todo, puede ser una fuente de inspiración para decidir qué película me apetece ver o que libro me apetece leer.

Faro al atardecer en la costa occidental de Escocia (Reino Unido)

martes, abril 04, 2006

Tristan + Isolde (2006)

Tristan + Isolde (2006)

Historia construida sobre la leyenda medieval, en la que se ha concentrado los aspectos básicos de la misma para una duración y comprensión cinematográfica racional. El problema de la adaptación del mitos y leyendas es que es difícil condensar todos los aspectos, todas las versiones, todas las derivaciones, o siquiera escoger cuales son las más adecuadas. Leyendas y mitos como los homéricos, los arturianos, los germánicos, tienen una gran riqueza y una gran variedad de versiones. En ocasiones, incluyo llegan a mezclarse los diversos cuerpos legendarios como sucede con el de Tristán e Isolda y el del Rey Arturo.

En la adaptación que aquí nos ocupa, no hay mezclas. Se han cogido los elementos básicos de la leyenda. El huérfano acogido por el noble y benevolente señor, que lo cría como a un hijo y lo prefiere por encima de otros parientes de la misma edad, se enamora de la mujer que a la postre le resultará prohibida, generando los elementos necesarios para la tragedia. Todo se desarrolla en un ambiente similar al de las leyendas arturianas; el período que comprende entre la retirada del Imperio Romano y la constitución del reino inglés con personalidad propia, previa a las invasionas normandas.

Hay que decir que, aunque en este caso se mantiene apartado de los ciclos artúricos, el esquema de la historia está muy relacionado con el arquetipo arturiano. En este caso, Tristán es una mezcla entre Arturo niño y el adulto Lancelot; Lord Marke es una mezcla entre Merlín y Arturo rey; finalmente, Isolda ocupa el lugar de la reina Guinevere. Esta historia, eso sí, carece del carácter mágico que adopta habitualmente el ciclo artúrico.

En general, la realización de Kevin Reynolds es correcta, con una ambientación muy cuidadada; muy creible. Podemos aceptar con pocos problemas que estamos en la Gran Bretaña del siglo VI o VII. Estamos en un mundo de transición, por definir, y eso se transmite bien, aunque con alguna licencia que se justifica para la mejor comprensión del espectador. Todo se desarrolla, además, en un ambiente relativamente crepuscular, que acompaña bien el tono de drama/tragedia que tiene la historia.

Otra cosa es la interpretación. Aunque muy monos, ni el apuesto James Franco como Tristán, ni la guapa Sophia Myles como Isolda consiguen transmitirme la emoción necesaria. No llegan a conmoverme en su drama vital, ni en la tragedia del desenlace. Como muchas veces últimamente, me entran serias dudas de que el doblaje no sea uno de los principales problemas para ello. Más solidez veo en Rufus Sewell como Lord Marke. El resto de secundarios cumplen con su papel, especialmente la doncella Bragnae interpretada por Bronagh Gallager.

En resumen. Película recomendable para todos aquellos amantes del género de las leyendas medievales, a pesar del enlentecimiento en el ritmo de la acción que apreciamos en algunos momentos, tampoco aburrirá al amante del cine en general, aunque tampoco pase a la historia como una obra maestra precisamente. En cualquier caso, es infinitamente más digna que el pastiche seudohistórico que montaron con la versión de la leyenda de Arturo que sufrimos recientemente. Yo le pondré un siete (con otro siete en la dirección, y un más modesto seis en la interpretación).

Fiordo en Escocia (Reino Unido)

lunes, abril 03, 2006

Fotografía de altos vuelos, más bien astronómica

Es difícil que cualquiera de nosotros, pobres mortales, podamos duplicar las imágenes que encontramos en el Hubble Heritage Project. Son imágenes, fotografías digitales, adquiridas por los captores del Telescopio Espacial Hubble. Más allá del interés científico de las imágenes, las que se muestran en el sitio que hoy recomiendo tienen un amplio interés estético. Representan la belleza del Universo, apreciada en todo su esplendor. Desde los planetas que son nuestros vecinos en el Sistema Solar, hasta los restos de poderosas y cataclísmicas explosiones de supernovas, o los lejanos campos de galaxias que nos hablan de cuando el Universo era joven y nos ayudan a recomponer la historia del mundo, senso lato, que nos rodea.

No sé, todo esto siempre me recuerda al monólogo final del androide Roy Batti , interpretado por Rutger Hauer, en el filme de culto de ciencia ficción, Blade Runner:

"I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched C-beams glitter in the dark near the Tannhauser gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain. Time to die."

Vieja caldera en un viejo vagón de ferrocarril
en la Estación Internacional de Canfranc, Huesca

domingo, abril 02, 2006

Nueva victoria de Fernando Alonso y los demás van cojos

Esta vez no ha cabido la menor duda sobre quienes han sido el piloto y el coche que más han corrido. Nadie ha podido con ellos. Esperemos que se espabilen pronto. Más que nada para que haya emoción. Porque hoy, ni con la ayuda de los safety cars, que permitían que todos se acercasen, han amenazado al campeón.

Un venerable Peugeot 403 reposa tranquilamente
en Place de la Concorde, París (Francia)

sábado, abril 01, 2006

Cambio de compacta digital

Mi primera cámara digital, la Canon Ixus 400, que tan buenas fotos me ha venido haciendo empezó a dar problemas hace meses con la lectura de las tarjetas de memoria. Harto de perder imágenes, y dado que el valor residual de estas cámaras es muy bajo, he decidido no repararla y me he comprado una nueva compacta. De las de llevar en el bolsillo. La elegida ha sido una Fujifilm FinePix F10. No es tan glamourosa como las ixus, pero no esta mal. Y lo más importante; tiene unas prestaciones mucho mejores a altas sensibilidades, con los niveles de ruido más bajos en circunstancias de poca luz para este segmento de cámaras. Más apta como todo terreno que las ixus que, estéticamente, tanto me gusta.

Es una pena que no hayan sacado la cámara compacta ideal que sería un compendio de:

  • La estética y la calidad de imagen global de las Canon Ixus.
  • El buen comportamiento con poca luz y usando altas sensibilidades de las Fuji FinePix.
  • La resistencia al polvo y a las salpicaduras de las Olympus mju.
  • La estabilización de los objetivos de las Panasonic Lumix (o sus clones de Leica, a cuya estética tampoco le hago ascos).
Mientras llega el mirlo blanco, nos conformaremos de momento con la F10. Que dure.

Vista de las sierras desde los alrededores del Alcoraz, Huesca